ESPIRITUALIDAD

Con san José de Calasanz descubrimos que el propio conocimiento es el principio de la vida espiritual; esto asumido como inicio, comienzo, punto de partida para nuestra relación con Dios, y a la vez como fundamento, es decir, como realidad que sostiene ese encuentro con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Para vivir esta convicción escolapia, Calasanz nos enseña a ver la realidad (de los niños, del mundo, de la interioridad) y descubrir allí cómo Dios toca el corazón, para así actuar de acuerdo a esa claridad y fuerza que Dios da.

Así mismo, la espiritualidad escolapia se vive en la Escuela, la cual tiene tres matices hermosos para Calasanz: la primera es la Escuela Interior, donde acontece y sucede el encuentro con Dios; la segunda Escuela es siendo discípulos de Jesús Maestro, teniéndolo a él como el Maestro de nuestras vidas; y la tercera Escuela es la práctica de la misión de las Escuelas Pías, es decir, siendo creadores de una escuela nueva.